La mascarilla o cubrebocas ha sido una prenda de uso desde hace 500 años, y con la pandemia causada en el año 2020, su función se ha vuelto una medida indispensable para la vida diaria en todo el mundo.
Esto ayuda a evitar la contaminación microbiológica proveniente de la nariz y la boca. Impide que las gotas de saliva que no se ven a simple vista y que se generan al momento de hablar, toser o estornudar, sean esparcidas.
Y aunque no siempre ha tenido la misma forma, su uso no ha cambiado con el paso del tiempo; pues en 1897 se usaban máscaras de gas para prevenir infecciones tras sufrir una cirugía; y conforme el avance y la evolución de las enfermedades y peligros biológico-ambientales, su forma de uso ha ido fomentando y extendiéndose a lo largo del planeta.
Según especialistas, el uso constante del cubrebocas, aún sin ser portador de enfermedades, provoca la disminución de las inspecciones bacterianas como las gastrointestinales, influenza, rotavirus, entre otras; beneficiando a la salud de las personas.
Correcta colocación.
En el caso del uso por higiene, antes que nada, debes lavar bien tus manos, ya que este debe ser sacado de la bolsa mediante sus ligas. No debes tocar la tela interna ya que es la capa con la que tienes contacto directo, y si vas a tocar el cubrebocas por cualquier cosa, lava tus manos, de nuevo.
Uso correcto.
- El lado color azul va en el exterior y el lado de color blanco va en el interior.
- Siempre debe cubrir nariz y boca, y sin dejar al descubierto la barbilla.
- Si cuentan con una tira de metal por encima de la nariz, debes ajustarla muy bien para que no entre ningún agente externo.
- Aún con el cubrebocas debes estornudar y/o toser cubriendo con un pañuelo o con el antebrazo.
- No debes compartirlo nunca, es de uso personal.
- Antes de desecharlo, colócalo en una bolsa, ciérrala bien y tiralo.
Durabilidad.
Para uso médico se recomienda que no dure más de un día y más si es de uso común.
Cuando tirarlo o reemplazarlo.
- Si está desgastado o roto.
- Pasando un día
- Se encuentra húmedo.
- Si se te cayó.
- Visitaste un centro médico.
- Lo quitaste de tu cara o lo tocaste con las manos sucias.
Quiénes deben usarlo.
- Profesionales de la salud.
- Personas con síntomas de resfriado o enfermedad/infección en las vías respiratorias.
- Individuos que viven o cuidan a personas con padecimientos de infección o enfermedad.
- Si sales a lugares concurridos.
Ahora que conoces más sobre el cubrebocas y las recomendaciones sobre sus usos, te exhortamos a seguir aprendiendo sobre este tema para que puedas cuidar de ti y tus seres queridos en todo momento. Nosotros nos despedimos aquí, no sin antes recordarte que puedes seguirnos en nuestras redes sociales y compartir con tus amigas y familiares este blog.
