¿Cómo limpiar una herida correctamente?

Los accidentes pueden llegar a ocurrir en cualquier lugar y en todo momento, sin embargo, el propio hogar es el escenario de la mayoría de los percances y es preciso saber cómo actuar, siempre y cuando no sea un evento de alta complicación y que requiera de un traslado urgente a un hospital. Por ello, hoy te damos a conocer cuales son los pasos a seguir para tratar una herida tanto en niños como en adultos.

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  1. Valorar la gravedad de la herida.

IMPORTANTE: Primero que nada, es importante lavarse bien las manos antes de prestar auxilio, para así evitar infecciones y poder manipular la herida.

Es necesario determinar si la herida es leve, para poder ser tratada personalmente, puesto que si resulta lo contrario y se trata de una herida grave, lo mejor es acudir a un hospital.

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  1. Detener el sangrado.

Si la herida sangra, lo siguiente sería aplicar presión con una gasa o un material que no tienda a deshacerse y soltar algodón, hasta que se forme un coágulo y deje de sangrar, mostrando en todo momento calma y serenidad.

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  1. Limpiar la herida.

Una vez que la herida dejó de sangrar, la limpieza de esta se vuelve una de las partes más importantes al momento de la curación, pues así se reducen los riesgos de infecciones. Se debe lavar la herida con agua corriente (a chorro) y jabón neutro o con suero fisiológico desde el centro hacia los bordes para no acumular restos de suciedad.

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  1. Desinfectar la herida.

Una vez limpia y seca la herida, se debe desinfectar aplicando un antiséptico, como la clorhexidina o povidona yodada, las cuales poseen un amplio espectro de actividad frente a microorganismos, bacterias, hongos y virus, entre otros.

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  1. Cubrir la herida.

Aunque existe la creencia de que las heridas curan mejor al aire libre, las lesiones deben cubrirse para evitar infecciones provocadas por agentes externos y los rayos solares, por medio de una gasa, venditas, apósitos u otro material que no desprenda fibras y que empleen o recomienden los profesionales.

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  1. Vigilar la evolución de la herida.

Es conveniente mantener el cuidado de tus heridas al momento de realizar ciertas actividades que involucren las áreas dañadas o en proceso de sanación, puesto que, sino se tiene la suficiente atención estas podrían infectarse, pero si se cuidan como es debido, las heridas no tardarán mucho en convertirse en un lejano recuerdo.

Esperamos que esta información te haya sido de mucha utilidad, y si en caso de contar con conocimiento previo, esto te haya servido como repaso y te haya dejado algo nuevo para ponerlo en práctica en el momento en que se presente la oportunidad, y no te olvides de compartir con tus amigos y familiares esta entrada para que más personas puedan cuidarse y mantenerse sanas.